El primer tiempo
es el tiempo originario.
El segundo tiempo
marca el pulso
del tiempo singular de cada ser.
El tercer tiempo
es el devenir de la humanidad toda
en este plano, en su conciencia de criatura.
El tránsito del ritmo
en tres tiempos
es la danza de la vida:
haber sido-estar siendo- ser siempre.
I
Un corazón late,
marca su ritmo y su vitalidad
en el fluir de la vida,
en circularidad.
Su carne roja se va volviendo
madera,
y lo veo como parte de un árbol,
leñoso su tronco...
El corazón latiendo
es parte de él.
Es el motor de la vida en su ritmo original
impulsando el tiempo
de la sangre-savia que lo recorre.
Veo ahora a través de la tierra
sus raíces en movimiento
sosteniendo,
mamando de la madre el alimento.
Veo crecer su ramas
que se llenan de miles de hojas verdes.
La copa se va haciendo frondoza
y se llena de sol
y de aire.
Se siente ahora el latir de la madera
también en ese follaje
que respira con su ritmo,
y parece una danza
el ir y venir de las ramas
que, al acercarse al tronco,
le acarician con sus hojas
el corazón bombeante de vida,
corazón de madera,
bombo de sangre de pacha.
II
Me veo ahora a mí
desnuda,
mi cuerpo hecho ovillo primordial
sumergido en el agua transparente.
Se escucha el silencio del agua,
sonido del origen,
burbujas...
quietud.
Mis cabellos se mueven
con la corriente verde
del agua llena de luz,
que por momentos es río,
que por momentos es mar.
Desde el fondo del sonido de esa corriente
empieza a sentirse un latir
de corazón.
Es mi corazón,
buscando nacer a su ritmo
bajo el agua.
Se escucha ahora nítido
el comenzar de mi vida.
Transcurre un instante...
El latir se va transformando
chi kun chi
kun
kun
se hace bombo
que entra en mí
con la tierra como abrigo,
con la tierra como sentencia,
con la tierra como llamado,
con la tierra como verdad.
III
Camino por la calle
y entro en la boca del subte,
la forma urbana más cercana
de entrar en el vientre de la pacha
profanada por la ciudad.
Veo en el andén un hombre.
En su rostro está
la unión del pueblo
afroabyayala.
Nos cruzamos al caminar
y nos sonreímos.
De su mano va una niña hermosa
y él lleva en su hombro
un bombo legüero,
corazón de la tierra...
buena musica, buena poesia, felicitaciones!!!!!
ResponderEliminarAbrazo grande,,,,Carlos Rivero