miércoles, 15 de mayo de 2013

Ahora



Ahora

quiero que llueva

sobre mi ciudad hervida

en la noche quieta.

Mi corazón entreverado

ha emanado

pensamientos

sentimientos

imaginaciones

que ya forman parte

de la densidad del aire y

se han hecho vapor

que pide

decantar.

Quiero oler la humedad verde

entrandome en la piel

que me cuenta

que me canta

que la calma

esta viniendo

con el agua ajironada entre las nubes.

Quisiera escuchar sus

go

ti

ti tas

ti

ti

ti tas

tititando en las chapas

de las casas vecinas,

tititando y jugando

por toboganes

de hoja en hoja,

por las paltas y los membrillos.

Lluvia lenta y sin curvas;

sí, a veces la lluvia es lenta,

con espacios de cielo traídos

entre sus estrellas de agua

que caen llevando mis deseos

a la tierra

al cemento.

Poder quedarme

en el regazo de mi ventana

abierta

respirando esa ciudad

que ya no tiene ruidos

ni autos ni sirenas,

es pura lluvia,

olor a tierra

arrullando mi alma

inquieta.

Dormirme en madrelluvia

y escuchar

las gotas musicando

kalimbas en los caños...

Soñar con que voy por un río manso

lleno de gotitas

y yo voy,

voy,

camalote verde descansando,

y las gotitas también resbalan

por mi cara dormida

sonriente

y el río se hace cordón

de la vereda

se hace acequia

y viajo con el aguamadre

que lava mis penas

¿penas de amor?

Amor de lluvia,

que se va y viene

y se va

corriendo como el agua

por mis venas.

Laura Gallo

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