“Una
pedagogía del arte como pedagogía de la transmutación a través de la
creatividad ::: algunas pinceladas, arrullos, sentipensamientos,
gestospalabras, musiquitas, intuiciones, fragmentos de mi búsqueda
compartida:::
Creo y experimenté que todo crecimiento
corporal, espiritual, emocional y de nuestra conciencia concebido
holísticamente colabora en nuestro autoconococimiento y, en
consecuencia, en acercarnos a nuestro deseo. De ese modo, nos facilita
habitar nuestra vida de un modo más saludable y placentero. Desde esta
mirada, diría que a medida que crece y se profundiza nuestro camino en
cualquier arte, -siempre desde nuestro ritmo personal y respetándonos en
complejidad del aprendizaje-, nos comenzamos a “plantar” en nuestros
pies.
Y
se asoma algo nuevo. Empezamos a decir-sentir-darnos cuenta: “esto
quiero”, “esto no quiero”, “esto me agrada”, “esto me molesta”, “esto
soy, así estoy, esto es bello”, “esto quiero cambiar... y puedo”.
Asimismo, la ampliación de nuestra percepción, de nuestras posibilidades
de sentir, decir, movernos, expresarnos, también genera una expansión
de nuestra conexión y comunicación con el entorno (en el que incluimos
no sólo a otras personas, sino también a la naturaleza, a los distintos
planos de la realidad, e incluso a nuestro pasado no tramitado).
Como
una maravilla, algo empieza a suceder, a brotar y multiplicarse. Porque
he vivenciado que ese despliegue del deseo, ese dia y vuelta con el
mundo sagrado y ritual del arte en todas sus manifestaciones, esas
pequeñas o grandes decisiones y posibilidades de cambio no involucran
solamente el ámbito personal.
Nos
vamos empoderando para sentir, movernos, expresarnos en el mundo,
ritualizar, transformar simbólica y materialmente la vida junto a otrxs;
convesar con la historia, con la tierra, con el universos, con sus
vibraciones. La comunicación se va expandiendo desde nuestro ser y hacia
nuestro ser desde múltiples dimensiones, colaborando con la
transformación y transmutación de nuestra comunidad en sintonía con
nuestro cuerpo, espíritu, emoción, conciencia en movimiento. Se abre aún
más la conexión con nuestra planeta y todos sus seres: allí
pertenecemos, allí nuestra vida se plenifica, y el arte nos lleva a esa
posibilidad comunicativa, a ese fluir desde el todo a la parte, desde la
parte al todo.
Descubrirnos
y conectarnos con nuestra voz desde esta búsqueda, nos impulsa a ser
cada unx responsable y disfrutante de su autoeducación, con maestros,
guías y acompañantes que nunca reemplazarán a/la artista y su luz
creadora, única. Una autoeducación que es en verdad una
autotransformación hacia cuerpos integrados, libres, deseantes,
cantantes... Ir más allá de o romper la alienación-alineación que
provocan las ataduras de la cultura, la sociedad, mandatos y lealtades
familiares contaminantes. Dar un salto, en la lucha interiorexterior.
Una rebeldía luminosa de lo que esestásiendodeseamos. La vida que
siempre nace y nos sorprende, aún en las condiciones más adversas. Una
esperanza: en el abrazo que recibimos, en la presencia simple de un/a
otrxs cuando no podemos, se nubla todo o nos duele también
experimentamos una modificación y un horizonte aunque todavía estemos
inmutables.
Descubrirnos
o reconstruirnos, tejernos, cantarnos, inventarnos si hace falta como
protagonistas, creadorxs de nuestra propia realidad, transformadorxs del
mundo, al experimentar primero la propia mutación y saber-nos seres en
creación, en búsqueda constante, siempre con la posibilidad de cambiar.
Ser tierracantando” Laura Gallo
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