jueves, 16 de mayo de 2013

Interpelación de la tierra LG


Esa montaña

pregunta,

pero no sabemos cuáles son

sus preguntas.

El cielo y el polvo seco

derraman verdades

como un pecho

la leche nutricia,

pero no somos capaces

de descifrar

la tierra.

Nos han cortado

el lenguaje

para decirnos con la raíz

en una totalidad,

nos hemos destetado,

antes de ningún tiempo,

de la madre.

Vivimos sin vivir

Corremos los inventos

de la muerte,

del capital y del mercado,

del intelectual y del técnico,

de lo insensible, de lo siniestro,

de seres de ningún lado, seres muertos

que no se reconocen a sí mismos.

Inventamos sentidos,

signos,

líneas cronológicas,

utopías,

testamentos,

y cada vez

estamos aún

más lejos.

Queremos controlarlo todo,

ser los señores del espacio y del tiempo,

certificar, planificar,

conocer, conquistar.

La realidad:

no sabemos

qué comemos,

dónde pisamos,

cómo sanarnos,

cómo sembrar y criar,

darnos el alimento,

reír de verdad,

quiénes somos,

quiénes son nuestra madre, nuestro padre,

hijos, hijas, hermanas, hermanos,

abuelas, abuelos.

Explotamos, ultrajamos,

profanamos

la madre que nos pare

y protege

día a día,

noche a noche.

Es la muerte en nombre de la vida.

¿Quiénes somos?

¿Dónde estamos?

La madre tierra exige:

mirémonos desnudos,

mirémonos los pies,

las palmas abiertas

de las manos.

Laura Gallo

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